Poemas que me ha regalado este 2021
Nunca fue suficiente
Algo más que un dolor abdominal
Todo empezó mientras desmayaba del dolor por una gastroenteritis, al fondo, las sirenas de la ambulancia sonaban; mis ojos medio turbados deslumbraban un cabello rubio y unos ojos vedes arroyadores.
Yo no quería entender qué era poesía y más si me la repetía mi maestro cada lección, sus clases me estaban volviendo loca. La teoría de la comparación sobre cómo era un trabajo de grado a como Bécquer descifraba la palabra poesía en la pupila de una mujer.Él atendía mis dolores y yo imaginaba como sus labios besaban mi cuello. Imaginaba....A los pocos días, tomé el teléfono para pedir nuevamente una cita de control, yo imaginaba como me quedaría el inusual vestido que utilizo solo en las exposiciones con mi maestro hablando nuevamente sobre Bécquer, sin embargo esta vez imagino nuevamente sus dedos en mis nalgas.Es tarde, camino rápido, y siento como la adrenalina invade mi cuerpo. Al llegar a la recepción del hospital, me dirijo hacia el consultorio, que al final resuelta ser el reemplazo del Doctor de mis sueños, por un médico de gafas Versace y panzón.
Y que lo único que hacía era tocar mi abdomen sin hacerme sentir sino lastima por mi Colón irritable.
Eliana Sandoval
Enero, 2021
ME QUEDÉ
No necesito expresiones que expliquen lo que es
sentarse en el parque a tomar un buen café.
No necesito acertijos que me cuenten a dónde me lleva aquella calle
en donde te besé por primera vez.
No necesito una bitácora de viajes, de cómo llegué
que a dónde trabajo, o que sí ya tengo lo que ni sé.
Lo que necesito, es tu compañía, tus besos
por los que me quedé.
¡Sí!, en esta tierra de tantos años,
tan antigua como el código de Nemequene.
Que cuenta la historia de sus mujeres muiscas,
tan valientes, como lo eres tú, mi adorada Ester.
Misteriosa como sus lagunas,
apreciada como las gemas,
arriesgada como sus regiones vecinas,
y deseada en las noches mi ardiente sirena.
¡Y es que como no amarte!
Si en los rinconcitos de penumbra, esperaba el roce de tus dedos,
y tu sonrisa picaresca mentían al decir – ya no te quiero.
Como los osos, te acobijaría entre mi pecho,
como los tigres, te devoraría con la pasión que llevo dentro,
como los hombres de mi tribu, te daría más que esta sabana
te abastecería con tejidos eróticos que he aprendido de mis viejos.
Te enseñaría que el cobre, podría adornar tus senos,
que debajo de esa túnica, te podría dibujar algunos grabados indígenas
que contaban las historias de mi pueblo.
¡Cómo no amarte mujer!
Si te he esperado toda una vida,
si he caído en la batalla por entender,
que tú mi bella Ester eres la doncella por la que Homero
constató que el amor podría volver.
Y aunque un Quimbaya como yo,
conquiste una diosa de mejillas rosadas como tú,
Yo lo que sí sé,
es que por ti, me quedé.
Eliana Yiseth Sandoval Mora
La inmortalidad del cangrejo
Aún cayendo todavía el pocosol que recorría este nuevo lugar y donde el frío empieza a ser más notorio, me encuentro sentado en uno de los tantos carros que diariamente lavo.
Recordando algunos dichos de mis padres, todavía en el reflejo de los vidrios observo como estas líneas adornan mi rostro.
A pesar de mi corta edad llevo en cada una de ellas, historias que han recorrido más de 2000 kilómetros y que necesitan del mar tanto como yo. ¡Ay mi amada choroni!.
Hoy perdí mi mirada en el reflejo de los espejos de un auto viejo pensando en cómo estaría mi madre, sí pronto mi padre mejoraría de sus pulmones y sí Carla me piensa tanto, como yo lo hago ahora.
Lo más maravilloso de este viaje ha sido encontrarla ella, me da dentera de los nervios de solo pensarla. También hablada y preparada, tuvo que huir porque no pudo continuar con su carrera universitaria. Claro, Ella sueña con ser una periodista pero una periodista de verdad, de esas que cuentan la realidad y mientras vende sus ensaladas o sus tequeños, yo deslizo mi dedo por el polvo de este carro viejo, escribiendo sus iniciales y las mías como si algún día pudiéramos volver los dos siendo más que amigos y caminando en las playas de Choroni cómo lo hacen los cangrejos.
Hoy, voy a prepararle un arroz de apio con carne, y aunque yo prefiera el caraota ella me dice que tengo talento más para cocinar que para lavar.
Eliana Sandoval Mora
Galardonada con el premio "Inspírate y eche pa la casa"
Instituto Departamental de Cultura y Turismo de Cundinamarca IDECUT.
Resolución 309 07 de Julio de 2020
(Esta historia está inspirada en la vida de Luis Enrique, un migrante
que se desempeña como lavador de autos
en Msoquera).
EL ACTO DE LEERTE
Entre incertidumbres diarias, observo que eres más frágil que el cristal,
como una melodía desesperada por no poder sonar,
tal vez evoque tu dulce mirada en las noches de invierno
tal vez recuerde que no te puedo tocar.
Y aunque la vida se empeñe en unirnos nuevamente, eres tú
mi único tesoro por batallar.
CUÁNTAS VECES ESCRIBÍ CIELO
EL AMOR SE DEVALUÓ
De tanto uso como los zapatos,
ahora no quedó ni un tanto,
ya ni inventamos conceptos,
pues el amor se ha vuelto concreto.
Y qué más se puede decir,
sí en esta cotidianidad tan hostil
el amor ha sido devaluado
como tú, el que mira y no dice ni tanto.
El autómata caprichoso,
que solo obedece lo que palpan sus tontos ojos,
y que jamás corrió a mis brazos, porque llegaron otros.
EN LA CLASE DE MÚSICA
Hoy llovió, pero llegué.
Hubo más bulla que ensayo, pero escuché tu voz.
Los gritos del profesor, adornaban las tiernas melodías del xilófono mientras tocabas.
Hoy en la clase de música
a pesar de llegar tarde,
comer el almuerzo frío y aguantar refunfuñar a mamá,
mi mejor medicina para el alivio en mi garganta, fuiste tú.
Amor de invierno
Sé que no te puedo reprochar,sé que no es verano… y como los amores que duran solo dos meses,fuiste mi amor de invierno.de frías mañanas y vientos alegres,de dulces miradas y largas jornadas,de pies cansados y largas sonrisas,pero has sido esto, mi amor de invierno,que pronto se apaga para dar aviso a otras miradas.
El tiempo se me agota así como tu poco amor por mí…el tiempo se me agota para no pensarte más,el tiempo se me agota para no extrañarte más.El tiempo se me agotaY aunque no quiero que se acabe, tú lo acabaste ya.
LA GUERRA
(CUENTO CORTO)
Septiembre de 2019
Miss me gustó mucho tu audio sobre el ratón Pérez que reparaba dientes y por qué tu ma has enseñado a que no me de Pena decir nada en publico
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